Desde el día antes de nacer el vástago no había tocado un pincel. Aprovechando una jornada de Rodriguez, he aprovechado para terminar una peana, la última pieza que faltaba para rematar un Fanhunter que tenía pintado desde entonces (a falta de unos retoques mínimos).
He seguido mis buenas costumbres y he tomado nota de las combinaciones de colores utilizadas, para tener registro de las mezclas por si en el futuro lo necesito. Con lo poco que pinto, tengo que hacerlo.
La peana la he rematado, era muy fácil y ha quedado hasta bien. Sobre todo puesta con la figura. En cuanto tenga barnizado el conjunto lo colgaré.
Mi cuerpo me pide retomar este hobby. Me dejarán las circunstancias que me rodean?
Estupendo! Ya vuelvo a respetarte como hombre. Pintar es tan de machotes como ganar a una gárgola en un duelo de aguantar la mirada 😉
Yo ando loco por pintar y no veo el momento. . . ardo en deseos de ver como queda todo terminado.
Otro de mis temas pendientes, tengo tambien que volver a retomar la pintura